No es la primera vez que voy a Gavarnie, es mas, a la vuelta
me recuerda Facebook que hace exactamente 5 años hacía allí un improvisado
cursillo de hielo con mi inseparable compañero de cordada.
Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero esa es otra
historia…..
No haber vuelto en 5 años se debe entre otras cosas a que no
era un sitio al que me apeteciese ir a escalar. Imagino a los fanáticos del
hielo arrancándose los pelos de la cabeza ahora mismo por esta aseveración,
pero para mi, que el hielo me infunde cuanto menos respeto, Gavarnie me sitúa
muy muy lejos de mi zona de confort.
Esta vez me dirijo al circo con la intención de escalar el
primer muro, “hielo deportivo” dicen algunos. La escasa aproximación y la
posibilidad de abandonar sin demasiadas maniobras me dan cierta seguridad, pero
la majestuosidad del sitio y lo tenebroso del mismo cuando lo ves con las
primeras luces del día me causan otras sensaciones muy distintas.
Conforme te acercas a pie de vía parece que el muro crece ante
tus ojos, así que cuando de plantas debajo te das cuenta de que son 300 metros prácticamente
verticales.
La vía elegida es la mas fácil del muro, Freezante , una vía
que no se pone a 90 grados en ningún momento, pero que desde mi perspectiva al
pie, me parece que incluso desploma. Freezantre se sitúa a la izquierda del circo,
donde el muro pierde verticalidad y altura. Mas a la izquierda solo se sitúa
Banana Split quizá la vía mas fácil aunque poco recomendable por el riesgo de caída
de bloques del “Maestro del Hielo”
La escalada pese a lo hostil del ambiente resulta
agradecida, el hielo está lo suficientemente gordo pero no excesivamente duro,
lo cual facilita mucho el ascenso.
Conforme vas ganando altura te vas abandonando a esa
sensación de vacío que dan las reuniones colgadas y 50-100-200 metros de abismo por
debajo de tus pies.
Una gran avalancha provocada por la caída de un bloque en
Overdose me pone los pelos de punta aún sabiéndome fuera de la trayectoria de la misma.
Tras 6 largos (4 de ellos muy largos) llegamos a la ansiada campa,
parece que lo he conseguido, he escalado el Primer muro!!!
Foto para el recuerdo
y para abajo, que no acabo de estar cómoda en éste lugar. 6 rápeles en roca nos
dejan otra vez en la nieve, ahora si: puedo respirar tranquila.
Sobra decir la obligatoriedad del casco para este tipo de
actividad, pero me gustaría recordarlo, de esta jornada me llevo muchas cosas
buenas, pero también me llevo el casco roto por dos sitios.
Ana.
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